9.3.10

Día Internacional de la Mujer


Como todos los 8 de marzo, el día está dedicado a las mujeres. Aunque no se trata particularmente de una celebración, el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora desde hace 100 años, es una jornada que consagra a la lucha por la igualdad y la emancipación de las mujeres.

Las mujeres han conquistado numerosos derechos cívicos, políticos, sociales y laborales, desde que Clara Zetkin propuso en 1910, durante el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, el establecimiento del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. En el año 1975, la Organización de las Naciones Unidas reconoció este día como símbolo de la lucha por los derechos básicos de las mujeres: el acceso a educación, cultura, trabajo digno y condiciones de igualdad. Desde hace más de un siglo, las mujeres del mundo vienen trabajando por sus derechos básicos y se puede reconocer que se han alcanzado significativos logros, entre los cuales se pueden mencionar a la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1979 y la Declaración y Programa de Acción de Viena de 1993 donde se establece que "Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional."

Este año es particularmente significativo porque se celebra también el 15º aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar en Beijing, acontecimiento histórico que produjo la declaración sobre políticas más amplias y progresista formulada hasta ahora en materia de igualdad entre hombres y mujeres. La conferencia de Beijing dinamizó a mujeres de todos los medios sociales y la promoción de su autonomía pasó a ocupar un lugar central en los programas mundiales de desarrollo. En reconocimiento de este importante aniversario, el tema de este año del Día Internacional de la Mujer es "Igualdad de derechos, igualdad de oportunidades: progreso para todos y todas".

No obstante, un siglo después de las primeras reivindicaciones a favor de los derechos de las mujeres, éstos siguen siendo un objetivo pendiente. Las mujeres continúan siendo víctimas de violencia doméstica, feminicidios, persecuciones políticas, mayores tasas de desempleo, subempleo, analfabetismo, salarios inferiores a los hombres, pérdida de sus hijos e hijas por no tener alimentos, tierra y acceso al conocimiento.

La UNESCO releva que tres quintas partes de los mil millones de personas más pobres del planeta son mujeres y niñas; y más de la mitad de los menores no escolarizados son de sexo femenino, como lo son también dos tercios de los 759 millones de personas analfabetas. Además, según la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en su pronunciamiento contra la violencia doméstica y los “crímenes de honor” con ocasión del Día Internacional de la Mujer, se calcula que una de cada tres mujeres en el mundo ha sido golpeada, violada o sometida a otro tipo de vejaciones durante su vida, con frecuencia dentro de la propia familia. Entre las formas más extremas de abuso se encuentra lo que se conoce como «crímenes de honor».La mayoría de los 5.000 crímenes de honor que se registran cada año en todo el mundo no aparece en las noticias, de la misma forma que tampoco lo hace una multitud de actos de violencia cometidos sobre mujeres y niños por sus maridos, padres, hijos, hermanos, tíos y otros varones –a veces incluso mujeres- miembros de su propia familia.

Desde el Foro Latinoamericano de Políticas Educativas (FLAPE) creemos que es imprescindible que aumente la conciencia social sobre este problema, teniendo en cuenta que el logro de la igualdad de derechos y oportunidades para las niñas y las mujeres es condición indispensable para edificar un mundo más seguro, justo y pacífico. Reafirmamos la necesidad que la educación de las mujeres y niñas sea una prioridad máxima en la agenda de educación, como vía para lograr la igualdad entre los géneros y el reconocimiento de las mujeres, aspectos cruciales en la misión universal de lograr la igualdad de derechos y el reconocimiento de la dignidad de todos los seres humanos.

“Toda discriminación basada en el sexo es una violación de los derechos humanos y constituye un obstáculo considerable para la paz y el desarrollo sostenible. Los derechos de las mujeres son derechos humanos y es preciso promoverlos, defenderlos y aplicarlos.” (Palabras del Secretario General de la ONU, Ban Ki – Moon)

8.3.10

Pronunciamiento en relación a las observaciones de la OIT al Estado peruano sobre el cumplimiento del Convenio 169


La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos acoge positivamente las observaciones presentadas el día 25 de Febrero del 2010 por la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios de la OIT. En lo que se refiere al cumplimiento del Convenio 169 sobre pueblos indígenas, tales observaciones al Estado Peruano, son el producto de la evaluación de información alcanzada por las organizaciones indígenas AIDESEP y CONACAMI, el Grupo de Trabajo de Pueblos Indígenas de la CNDDHH, la CGTP y el Estado Peruano.
El análisis efectuado por la OIT evidencia incumplimientos substanciales del gobierno peruano, que deben ser subsanados a través de las siguientes medidas:
1. Consulta La Comisión insiste sobre la necesidad de que los pueblos indígenas participen y sean consultados antes de la adopción de medidas legislativas o administrativas que puedan afectarles directamente, incluyendo la reforma del Indepa. Para ello es necesario establecer un mecanismo de consulta con la participación de los pueblos interesados.
2. Recursos Naturales:
- Que en este campo no basta con meras reuniones informativas, sino que debe establecerse procedimientos de consulta con la finalidad de “llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento”.
- La Comisión insta al Estado a que “suspenda las actividades de exploración y explotación de recursos naturales que afectan a los pueblos cubiertos por el Convenio” en tanto no se implemente el mecanismo de consulta,“ en un clima de pleno respeto y confianza”,
- La Comisión expresa su preocupación por las afectaciones ambientales a los pueblos indígenas como consecuencia de las actividades extractivas, así como sobre la limitada participación en los beneficios de estas actividades.
3. Derechos Territoriales: La Comisión insta al Gobierno a que tome todas las medidas necesarias para determinar las tierras que los pueblos interesados ocupan tradicionalmente y garantizar la protección efectiva de sus derechos de propiedad y posesión, inclusive a través del acceso efectivo a procedimientos adecuados para solucionar sus reivindicaciones de tierras.

4. Sobre los lamentables sucesos de Bagua: .La Comisión insta al Gobierno a que tome sin demora las medidas necesarias para que se investiguen de manera eficaz e imparcial los acaecimientos de Bagua de junio de 2009.
5. La Comisión insta al Gobierno a que adopte medidas urgentes de carácter educativo en todos los sectores de la comunidad nacional con el fin de eliminar los prejuicios que pudieran tener con respecto a los pueblos cubiertos por el Convenio con arreglo al artículo 31 del mismo.
En por ello, solicitamos al Estado Peruano, de respuesta prontamente a las observaciones planteadas por este Órgano de Control de la OIT, al objeto de garantizar el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas reconocidos por el Convenio 169 de la OIT.
Lima 26 febrero 2010
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos

Desarrollo e inclusión: ¿Y el tratado hacia adentro?


En momentos en que el Gobierno y el empresariado redoblan esfuerzos para consolidar las políticas de libre competencia y apertura comercial, con la suscripción de más tratados de libre comercio, es preciso recordar que el modelo económico en curso no puede soslayar los objetivos de inclusión y lucha contra la pobreza.
Como lo ha subrayado la vicepresidenta del Banco Mundial, Pamela Cox, si bien lo avanzado por el Perú en materia económica es admirable, “no debe olvidar a los pobres”. Ese es el gran reto.
Efectivamente, el Perú ha logrado captar 28% más en inversión extranjera, por encima del promedio latinoamericano; hemos subido en el ránking de competitividad internacional; varias agencias calificadoras de riesgo nos sitúan en una posición expectante y, según los últimos pronósticos, hemos crecido el año pasado en PBI y debemos crecer este.
Pero, eso no es suficiente. Sigue pendiente lo que algunos economistas llaman el TLC hacia adentro, que se resume en armonizar las metas macroeconómicas con las cifras microeconómicas. Todo ello dentro de un proceso de redistribución que combine el empuje productivo con la mejora de los niveles de empleo digno que se sienta en los bolsillos de la mayor cantidad de personas.
Por lo pronto, constituye un revés que voceros del Gobierno, como la titular del MEF, Mercedes Aráoz, hayan reconocido que no alcanzarán la meta de reducir la pobreza hasta el 30% en el 2011, debido a la crisis financiera internacional, “pero se están haciendo todos los esfuerzos para bajarla hasta 33%”. Actualmente, preocupa que el 36,8% de peruanos se ubique por debajo de la línea de pobreza monetaria (según datos del 2008), es decir, no cubren los requerimientos mínimos de la canasta básica.
Gran responsabilidad en esta lucha corresponde al Estado, no solo para promover y regular la actividad económica, sino también para cumplir el rol subsidiario en ámbitos como la educación, salud, seguridad y apoyo social a los sectores más relegados que no han sido absorbidos por el engranaje económico.
Al respecto, esfuerzos como la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, que implican la participación de diversos sectores, tienen que ser retomados seriamente. También se ha perdido mucho tiempo en el rediseño y reingeniería de los programas sociales, para evitar la duplicación de esfuerzos y reducir al mínimo la carga burocrática, que se lleva casi la mitad del presupuesto social.
Los gobiernos regionales y locales tienen que asumir también la enorme responsabilidad que les corresponde, para unificar el apoyo social, de modo que llegue a quienes realmente lo necesiten y no se pierdan recursos en el camino con maniobras corruptoras o de chantaje político.
Todos somos responsables. Y si bien el actual Gobierno debe responder por el retraso en la inclusión y esforzarse por superarla, la posta deberán tomarla las administraciones futuras.
Por eso, en la inminente campaña electoral los ciudadanos deben exigir no solo que se presenten planes de gobierno documentados, sino que estos armonicen con los objetivos de desarrollo, inclusión y disminución de la pobreza, compromisos que, por respeto a la dignidad de los pobres, no pueden ser objeto de retórica barata o manipulación demagógica. (Tomado de El Comercio, 25-2-10)