30.7.10

Último mensaje presidencial de Alan García


El último mensaje a la nación del presidente Alan García se ha caracterizado por su tono conciliador, optimista y democrático. Ha sido una síntesis de cuatro años de un gobierno que ha sabido mantener la estabilidad, consolidado las variables macroeconómicas y que, con buena dosis de autocrítica, reconoce lo mucho que queda por hacer en temas gravitantes como corrupción e inseguridad ciudadana, en los que aún se espera precisiones y definiciones.

Destacamos, ante todo, el talante democrático presidencial, que va más allá de convocar elecciones generales para el 10 de abril del 2011, pues subraya su compromiso de colaborar con el próximo gobierno, sea quien fuere, actuar con absoluta neutralidad y no dejar bombas de tiempo de ninguna naturaleza.
Esto es fundamental para asegurar la alternancia democrática y la continuidad del modelo de economía social de mercado, que asegure crecimiento, empleo y mayores inversiones.

URGENTE: FUSIÓN MACRORREGIONAL
En lo económico, es alentador que se siga apostando por la apertura comercial, a través de los tratados de libre comercio, que aseguran mercado a nuestras exportaciones y han posibilitado un crecimiento sostenido, más destacable en un contexto internacional signado por la grave crisis internacional. Hoy, las reservas internacionales alcanzan los 37 mil millones de dólares y el reto del Gobierno es modular el crecimiento para estabilizarlo sin caer en los riesgos del sobrecalentamiento.

El presidente García ha sido enfático en la enumeración de sus logros, evidenciados en 130 mil obras, pero también ha señalado las falencias de su Gobierno, así como la falta de compromiso de algunos gobiernos regionales, que a pesar de contar con ingentes recursos, provenientes del Gobierno Central y del canon, no han podido estar a la altura de las urgencias de sus vecinos.
Ante tan pobre ejecución presupuestal, resulta oportuno y necesario retomar las iniciativas de fusión macrorregional, para asegurar el manejo eficiente de recursos y el mayor aprovechamiento de las potencialidades regionales, en lo que el Congreso tiene que asumir su responsabilidad.

Destacamos, seguidamente, las correcciones gubernamentales en el tema del gas, que ha sido un leit motiv en el mensaje presidencial.

El primer mandatario ha confirmado la intención de renegociar los contratos, como venía siendo solicitado por diversos sectores, de modo que las regalías de la exportación no sean menores a las que se aplica al mercado interno, con criterio equilibrado y sin violentar la Constitución, lo cual resulta justo y equitativo. Es más, ha anunciado que en los próximos meses se convocará a licitación la construcción del gasoducto surandino, que asegurará la provisión de energía para un amplio sector del sur del país.

En el tema de la pobreza, resulta significativo que se reafirme el compromiso presidencial de reducirla al 30% en el 2011 y al 10% en el 2021 cuando se cumple el bicentenario de la independencia, lo que demandará un esfuerzo superior de todos los sectores, sobre todo de educación, con mejora de los índices de comprensión lectora y reducción del analfabetismo, para dar un fuerte impulso a la movilidad social.
En salud destacan los esfuerzos para reducir la mortalidad y la desnutrición infantil, así como la desnutrición , en lo que han habido importantes logros que deben ser continuados.

El otorgamiento de pensiones a ciudadanos de la tercera edad en estado de indigencia es igualmente una propuesta importante, que debe ser complementada con la reingeniería de los programas de apoyo social, para evitar la burocratización y el desperdicio de recursos.

CONFLICTOS Y PAZ SOCIAL
Sin embargo, algunos temas quedaron fuera de este mensaje, como la solución de los problemas que aún existen en las comunidades de la selva con algunas empresas que invierten en la Amazonía, así como la promulgación de la ley de consulta específica para este caso.

Lo que el país espera es que se garantice la paz social, a través de un marco legal adecuado que asegure tanto el respeto de los derechos ciudadanos como las debidas garantías a la inversión privada con responsabilidad social.

Esperamos que, en este último tramo del Gobierno, se consolide la democracia a través de una más profunda reforma del Estado, el desarrollo económico inclusivo y el progreso social, que son exigencias de las mayorías nacionales. (Tomado de El Comercio 29-7-10)